Aminta.

El tiempo no logra que olvidemos a las personas que nos han tratado con
dignidad humana. Todavia llevo los recuerdos de aquellas charlas y de las
cenas de blanquillos rancheros que disfrutaba en su casa. Fui bien recibido
y muy bien tratado que al final me hizo sentirme como uno de sus hijos.

La distancia no impide que mi alma este presente en su hogar, pues alli
encontre refugio, paz y seguridad cual no conoci desde el dia de mi orfandad.
Siempre tengo en mi mente el barrio y la casa que me acobijaron con calor humano, especialmente el dia aquel que me cai del arbol y por poco le caigo
en su humanidad.

En este DIA DEL PADRE siento un nudo en la garganta porque los planes no se realizaron como yo esperaba: siempre estar unidos todos juntos. El destino
o mis decisiones equivocadas me apartaron del camino trazado -puede ser que
mi falta de caracter firme me desviara.

Pero a pesar de todo el amor de los buenos recuerdos estan en mi alma; asi como lo esta Ud. y Douglas.

Marcos